Quizás nadie se lo pregunte. Igual es que la gente ya lo sabe, pero bueno. Quizás esta aleatoria noche de domingo en un febrero (al menos en Madrid) no especialmente frío, es un buen momento para explicar algo: SEGUIMOS VIVOS. Diego se ha ido al norte, a un sitio pequeño. Lo llaman Grenoble. Se ha ido del país. Quizás ha sido el más inteligente de todos nosotros. Yo estoy en Madrid. El resto sigue en Oviedo (buuuu, aburridooos). A ver, el caso es que no sabemos por qué, por ejemplo, no tenemos el segundo fanzine, si ya está hecho, pero al menos seguimos siendo amigos y tomando chocomeriendas juntos. En algún momento volveremos a coincidir todos a la vez en la misma región y será maravilloso. Podremos volver a soñar, a divertirnos, a reír y a daros el coñazo con lo de que vayáis a nuestros recitales. Quizás cuando volvamos a estar juntos me echen porque yo casi ya no escribo. Pero todo en orden.
Mil novecientos violeta os manda amor y un saludo.